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mayo 11, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

¿Quién carajos es Miguel polo polo?

Por: Pedro Conrado Cudriz

“Ha sido muy doloroso escuchar por boca de ellos mismos que mataban a nuestros muchachos por un plato de arroz chino, medio pollo o cinco días de permiso.” Jacqueline castillo, vocera de Mafato.

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“Siempre existe el peligro de que el idiota lleve su idiotez a la esfera pública…” Walter C. Parker

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A Miguel Polo Polo no se le puede odiar por sus niñadas. No es idiota, pero es todavía un joven atontado y eso traduce en ser un individuo manipulable y sin identidad política, porque viene desempacado de un mundo pobre.

Alguien dijo, que le vendió el alma al diablo. O a la diabla de María Cabal que es lo mismo.

Ella, María Fernanda Cabal, lo sacó con su trinche clientelar de la tristeza de la pobreza y lo sometió a la ideología del Centro Democrático.

Un filósofo oriental, Byung- chul han, escribió en uno de sus libros, que a los pobres los poderosos les prestan su identidad política porque ellos están vacíos de ella; agregó que la modernidad consiste en venderse voluntariamente a un clan poderoso para convertirse sin remedio en esclavo. Él llama a este fenómeno cultural y socioeconómico neoesclavismo.

Lo terrible de este joven arribista es que terminó con astucia representando en el congreso de la república a los afro, a los raizales y a los palenqueros. Pero no, no representa a nadie, porque se representa a sí mismo, aunque sea del C.D.

El tipo tiene demandas en el Consejo de Estado y en la Corte Suprema de Justicia por posibles irregularidades en la suscripción y también por la misma comunidad que lo avaló porque en realidad no los representa.

Fernando Savater en una conferencia que dictó en México hace años conversó con el auditorio sobre los intereses de los políticos organizados en partidos políticos: Intereses comunitarios, intereses de partido y finalmente los intereses personales.

En Colombia los politiqueros alteraron las prioridades de los intereses de partido: primero ellos, segundo ellos y tercero ellos.

Polo Polo aprendió rápidamente de los mayores. Él no solo es la triste figura de la indecencia, la truculencia y la verborrea; él es el estrafalario sujeto que se ganó la lotería al salir ungido de congresista en las elecciones del año 2022.

En Instagram le pueden seguir la pista, apreciándole el volumen de su pobreza, que se le nota en la sangre cuando ríe, o cuando abraza, lo abrazan y le dan un beso. Lo pueden ver en un yate rodeado de dos lindas chicas hambrientas de la opulencia del congresista. Miguel Polo Polo no es consciente que tiene los pies puestos en la tierra, porque levita egocéntrico. 

Su ideario es del conservadurismo de derecha y su estilo es el de un hombre genuflexo, convertido en mercancía, una cosa –objeto de la dueña autócrata: María Cabal, quien lo socorrió para que culminara sus estudios universitarios. Los favores muchas veces son más caros, que la misma pobreza.

Su último acto histriónico fue ofender y atropellar a las madres de Soacha víctimas del crimen de Estado definido eufemísticamente como “los falsos positivos.” El trabajo artístico realizado por las madres de Soacha con las botas pantaneras –algunas- las tomó y las tiró a la basura afanado por negar el asesinato de más de 6.402 víctimas inocentes del macabro “éxito” de la política de seguridad uribista. Cuando el mismo Álvaro Uribe Vélez lo reconoció obligado por la Corte Suprema de Justicia: “… hoy lo repito, estos crímenes requieren las más severas sanciones…”        

Lo raro en el caso de la vida de Polo Polo es que mientras él y su familia se trasladaban a Tolú, Sucre, en el 2004, arreciaba uno de los momentos más dramáticos de las ejecuciones extrajudiciales contra miles de inocentes en todo el territorio nacional; en Norte de Santander, en La costa Caribe, Casanare, Antioquia, Huila, Meta, Caquetá, Arauca y Tolima. Polo Polo tenía seis años de vida. Por su mente de mosquito no ha pasado la historia violenta del país.

En balde asistió a la escuela y a la universidad. Fallas estructurales del sistema educativo colombiano, que no le afectó el corazón y la mente.

Los griegos más adelantados que nosotros creían que tanto el idiota como el imbécil eran incapaces de pensar y reflexionar críticamente la realidad. Esta verdad de la cultura o de la subcultura de la pobreza convierten al ciudadano en un individuo acrítico, o en un ser débil de mente y de fácil manipulación, o domesticación como se hacen con los perros o mascotas.