Por: Pedro Conrado Cudriz
Tengo la manía de escribir en mi libreta de apuntes – son varias las libretas y de todos los tamaños – lo que me importa y me ayuda a comprender cosas, el mundo, la conducta humana; también para reforzar mis concepciones o percepciones, o visiones de la vida. Es una manera de aprender y mejorar quien soy todos los días a través de la lectura y la escritura, la mía y la de otros autores. Llevo años haciéndolo con un placer espiritual inigualable.
En estos días de los Juegos Olímpicos de París 2024 quiero extraer de una de esas libretas de apuntes la disciplina que requieren los triunfos. La lección es extraordinaria: si quieres algo pequeño, no te esfuerces. Si quieres algo mediano, trabaja a media máquina. Y si quieres algo grande, el esfuerzo es mayúsculo, grandemente mayor. Nada es regalado, todo se tiene que ganar con esfuerzo, pasión, voluntad, disciplina y talento.
La cultura del desecho nos ha impuesto la inmediatez, lo rápido, la velocidad y la mediocridad. Y sin ser conscientes de nuestras vidas, los que gobiernan el mundo nos han impuesto vivir en la escuela del fracaso. Y este modelo de masas y, además, consumista, va en contravía de lo que hacen los deportistas y artistas y escritores de alto rendimiento para llegar a la cima. El alcance del éxito, al que hay que excluirle la versión del consumo, está atravesado por un camino de espinas, noches insomnes, ausencia de amigos y la imposición interior de vivir en otra isla, lejos de las reuniones cotidianas de la familia y del calor de los amigos.
Bill George, profesor de Harvard Business School, cree que todos podemos tener lo que él define como “Punto óptimo,” que es la unión del talento, el reconocimiento y la pasión. Piense en Messi, en Calvo, García Márquez, Obregón, Pajón o Comaneci…
Bill George plantea que para iniciar una carrera de triunfos hay que preguntarse por la pasión. ¿Qué es lo que más me emociona en mi vida? ¿Para qué deseo prepararme? ¿Puedo vivir de mi pasión algún día?
Les comparto los sacrificios de algunos deportistas destacados en sus disciplinas:
Jesimar Calvo, gimnasta.
Prepararse bien es estar bien concentrados, todos metidos en el trabajo, 7 horas diarias y sin excluir sábados y domingos. Dobles jornadas. Es el sacrificio. Dejar de compartir con mi familia y solo estar en fechas especiales para alcanzar lo que quiero. No tuve niñez como tal desde los 5 años. No tuve tanto tiempo para compartir con mis amigos.
Soy feliz por mi deporte, porque tengo una vida estable y soy un gran atleta. Soy feliz ayudando a los demás en el semillero de Cúcuta.
Jacheline Rentería, luchadora.
Siempre trato de tener sentimientos positivos, siempre trato de pensar en grande, siempre creo que mi meta es inmensa, y si tengo una meta grande, obvio que van a ver obstáculos grandes.
Mariana Pajón. BMX.
La actitud positiva es todo, y como todo en la vida, es la clave del éxito. La fuerza es estar seguro que eres capaz de lograr algo… acudo a la fuerza que no es necesariamente física. La fuerza es mental. Y la fuerza muchas veces la sacas de donde no la tienes.
38 segundos, que es lo que dura una carrera, son todo. Son 4 años de trabajo, son 8 horas diarias de gimnasio, caídas, lesiones y levantadas. Todo se resume en 38 segundos.
Nadia Comaneci. Gimnasta rumana, nacionalizada estadounidense.
Entrenaba entre 4 y 6 horas por día, 6 días por semana y cada día volvía hacer todo desde cero. Tenía una fuerza de voluntad que ayer y hoy pocos niños tienen.
Saqué la determinación de mi padre, él me decía que es importante trabajar duro en lo que sea que hagas para llegar lejos. Esas fueron las raíces.
El éxito en el deporte es la repetición. Tienes que hacerlo muchas veces, pero antes tienes que tener amor y querer hacer lo que vas hacer. Porque para hacer esto tienes que tener pasión.
Aposté hacer el doble de los ejercicios. Siempre fue para intentar descubrirme a mí misma. Conocer cuáles eran mis límites. Fue una competición conmigo misma, más que con los demás.
Cuando la gente me preguntaba: ¿No extrañas ser una niña normal? Yo decía: Normal es aburrido.
La perfección es nunca dejar de intentar ser la mejor. Lo difícil está bien, porque si no nunca vas a sentir la diferencia con lo bueno.
Libreta de apuntes. Bocas, El Tiempo, Edición 54, julio 2016. En el caso del profesor Bill George, las notas fueron extraídas de la Revista Avianca, mientras viajaba en un vuelo Barranquilla – Bogotá.
Excelente,bno para discutirlo con los chicos
Lo ideal es que la experiencia individual de superación se acompañe con una adecuada posición del deportista exitoso frente a su entorno social y político, como acaba de hacer : “Kylian Mbappé, ídolo deportivo y capitán de la selección francesa de fútbol, cuando declaró que “No podemos dejar el país en las manos de esa gente” (refiriéndose a los neofascistas). Allí donde los políticos tropezaron con muchos obstáculos para hacer llegar un mensaje claro sobre la necesidad de detener la ofensiva derechista lo logró con holgura una gran figura deportiva, y los resultados están a la vista.” Atilio Boron.
Existen otros ejemplos notables como, Mohamed Ali, Socrates el de la Democracia Corinthiana y la Selección de Futbol de Brasil, Jesse Owens atleta negro que humilló a Hitler en sus propias olimpiadas, que derrotaron en sus respectivas historias el aburguesamiento y la instrumentalización que hace el mundo del espectáculo de las figuras deportivas para las causas más oscuras como hace por ejemplo con Tevez al apoyar a Milei en Argentina, Asprilla al uribismo o Neimar a Bolsonaro.
Me gusta la metáfora del deporte como un ejercicio que puede transferirse a cualquier ámbito de la vida, donde las personas descubran su potencial, pero que la disciplina y persistencia son las constantes hacia el éxito. Ese texto tuyo lo compartí a un basquetbolista colombiano que vive, entrena y juega en México. Buen texto, los ejemplos son una muestra fehaciente de esas historias de vida que motivan. Saludos