A diario, la psicóloga Vanessa Mangonez toma el teléfono con incertidumbre. No sabe a qué se enfrentará al momento de escuchar a su interlocutor. Durante los últimos meses ha sido una de las profesionales encargadas de brindar apoyo por medio de la línea para la atención de salud mental en el departamento.
Aunque siempre trata que las vivencias que atiende no la afecten, algunos casos la llegan a superar. Uno de los que más la ha marcado ha sido el de una menor de 13 años, que en dos oportunidades intentó quitarse la vida.
Para ella, conocer detalles de lo vivido por la niña fue motivo de alarma, puesto que en su casa “nadie se dio cuenta de lo que estaba pasando”.
Uno de los agravantes de la situación es el proceso de “reconocimiento de su cuerpo” por el cual atraviesa la niña, el cual le genera mayor incertidumbre. Para poder superar esta fuerte crisis y generarle un ambiente propicio para salir adelante, el tratamiento se basó en un trabajo con su núcleo familiar.
Dicha intervención, según contó Mangonez, se enfoca en la importancia de la educación y al apoyo hacia a los niños que se encuentran entre los 12 y 14 años, para concientizarlos sobre sus cambios.
Posterior a eso, la joven recibió atención por el área de psiquiatría para un abordaje integral al caso y así lograr un seguimiento hasta saber que el paciente tiene un apoyo por parte de sus familiares.
Para Vanesa Lugo, coordinadora de la línea de salud mental del departamento, los casos que a diario atienden son “impactantes”.
En su experiencia, la vivencia más impactante ha sido la de una menor de 15 años, quien estaba presentando ideaciones suicidas recurrentes debido a que padecía de una enfermedad crónica.
Según lo contado por Lugo, a esta adolescente sus padres la sobreprotegían puesto que no la dejaban participar de ningún tipo de actividades que le gustan a los jóvenes a ese rango de edad debido a que estaba “en riesgo” al tener una defensas bajas.
En aras de mejorar la calidad de vida de esta paciente, la coordinadora explicó que por medio de la línea de atención se le brindó una serie de indicadores, se direccionó su proceso con la EPS para una cita prioritaria, era escuchada cuando tenía ataques ansiedad y de inmediato se practicaba con ella las técnicas de relajación y respiración necesarias.
Además, a los padres se les entregó una serie de recomendaciones para evitar que sus comportamientos tuvieran mayor incidencia en su crisis de salud mental.
“Ella en las atenciones manifestaba que se sentía ahogada y no la atendían, ese también era el punto, guiarlos padres”, afirmó la funcionaria de la línea de salud mental.
El panorama actual
Los casos atendidos por este grupo de profesionales no han sido aislados. La Secretaría de Salud del Atlántico reveló que, en el transcurso de este 2022, se han identificado 168 casos de intento de suicidio, de los cuales, el 66 % corresponde a jóvenes. Por tal motivo, las autoridades sanitarias le apuestan a un especial tratamiento a esta población.
Conforme a la dependencia de salud, actualmente la “alta demanda” de episodios mentales se presenta en los municipios de Soledad, Sabanalarga, Baranoa, Malambo y Galapa.
Cabe mencionar que la ciudad de Barranquilla también hace parte de los territorios con incidencia, según lo informado por los funcionarios de la ESE UNA mental.

Tomado de El Heraldo
Grave y no veo rutas claras