6.402 canalladas de los patriotas

Por: Pedro Conrado Cudriz

Yo no soy canalla, ni soy patriota. Soy un colombiano común que detesta la guerra y a los guerreros. Y, sí, un ateo patriótico.

Más de 3 mil crímenes contra la Unión Patriótica y más de 6.402 asesinatos planeados por estructuras del Estado colombiano contra miles de connacionales inocentes, nos deben decir algo de los que nos gobiernan.

6.402 canalladas de los patriotas. Si a usted no le duele este crimen de Estado entonces usted está muerto.

¿Por qué se originó este crimen de Estado? ¿Por qué no lo visibilizaron las autoridades en su momento?  ¿Por qué la complicidad institucional del Estado? ¿Para dónde miraba el Presidente de la república en aquellos otros momentos aberrantes de la historia colombiana? ¿Y el ministro de la defensa que clase de prótesis tenía? ¿Y los comandantes y generales del ejército dónde tenían puestos sus ojos? ¿Fue una estrategia de la Seguridad Democrática?

La lectura de esta historia con sus detalles y vergüenzas, nos descomponen, nos indignan, nos humillan, nos arrancan la esperanza de raíz, nos destrozan el rostro, nos paralizan, nos descolombianizan. La patria de todos los nacionales, hecha trizas.

¿Realmente existe la patria? ¿La bandera no es solo un trapo de tres colores?

No es creíble que más de 6 mil crímenes del ejército, calificados eufemísticamente como falsos positivos, obedezcan a la ignorancia de los pobres muchachos que prestan obligados el servicio militar y que además, como dijo el patriótico y generalísimo Montoya, no distinguen el bien del mal. Hay que ser demasiado cínico para salir con estas idioteces. General, escupa para arriba para que vea cagado su uniforme militar por los pájaros salvajes que le revientan el alma.

¿Y los incentivos por cada muerto? ¿Era la seguridad democrática una estrategia para matar animales?   

Presidente de los años 2002-2008 de la Seguridad Democrática: ¿Estaba el cielo rojo? ¿Por qué señor Presidente dijo usted: “No estarían (esos muchachos asesinados) cogiendo café”? ¿Qué interés tenía usted de mentirle al país? ¿Todavía siguen siendo sus intereses personales más importantes que los intereses políticos?

Una vez que la JEP nos reveló el drama, la vergüenza, la horrible noche, Uribe dijo, salido de madre, que la JEP tenía un solo propósito: desacreditarlo a él. Punto. Sí, lo sabemos, sus intereses políticos son personales y no institucionales. Porque usted está por encima de los partidos, por encima de la política, por encima del Estado colombiano, por encima de la justicia y por encima de Dios. Mejor dicho, usted es el Estado y usted es Dios. El Estado soy yo, como lo dijo Luis XIV de Francia. Ahora comprendemos porque odia a  la JEP.

Estamos pasando de las verdades terribles de la guerrilla, o de la guerra, a las verdades terribles del Estado y los gobiernos colombianos. Eso esperábamos y eso seguimos esperando de la JEP. La verdad de todos los involucrados en la guerra sempiterna del país. Es ético seguir apoyándola para sacar las tripas y el dolor de la guerra a la calle. Esto nos puede curar las heridas del alma y la mente.