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septiembre 16, 2024

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

Ojo. No todos los viajes a Polonia, son como los pintan

Por: Jose Alfredo Fruto

Vale la pena soñar, pero no se deje engañar.

Estudiar, progresar, conocer nuevas culturas, abrirse camino, ayudar a la familia, buscar horizontes distintos, pensar en un futuro prometedor, cumplir sueños, realizarse como individuo y muchísimas más razones, todas válidas, están moviendo a muchos jóvenes colombianos, un buen número de tomasinos a emigrar a otros continentes y eso está muy bien. Sueño americano, español, italiano y australiano, ha sido la motivación durante décadas, pero en los últimos 3 años, nuestros hombres y mujeres se han visto seducidos, por Polonia, la tierra que vio nacer a Karol Wojtyla, el Papa Juan Pablo ll, donde la oferta laboral es creciente y las posibilidades de viajar resultan “relativamente fáciles” pero la realidad está muy lejos de ese paraíso que les prometen algunas agencias. La revista Semana, publicó recientemente una investigación, según la cual, las cosas no son ” color de rosa”

Jornadas laborales de 15 y hasta 17 horas diarias, en muchos casos a la intemperie, en zonas montañosas de los Cárpatos, con temperaturas bajo cero, de lunes a sábado, con 12 minutos para almorzar, descontando el tiempo que van al baño, recibiendo insultos, con maquinaria obsoleta, sin condiciones de seguridad, poca cobertura médica, en pueblos alejados de las grandes ciudades como Varsovia o Cracovia, documentos retenidos, cobros exagerados, una habitación para 15 o más personas con un solo baño, alimentación escasa y de mala calidad, más amenazas y hasta lesiones, deben llamar a la reflexión, sobre un negocio que han montado algunas personas para sacar provecho, ofreciendo garantías, excelente sueldo, cuando son abordados en Colombia, les hablan de 9 a 10 millones mensuales, pero una vez en este país de Europa Central, se convierte la remuneración en 4 o 4 millones y medio por una cantidad de descuentos y cobros, situación que ha llevado a muchos compatriotas a sentirse abandonados.

Ciudadanos consultados por la revista, no dudan en afirmar, que se trata casi de una “esclavitud moderna” teniendo en cuenta, que en la mayoría de casos, las autoridades locales, no están informadas, otras sobornadas y los empleadores, amenazan a los emigrantes, con ser denunciados y conducidos a prisión. Desde esta tribuna, invitamos respetuosamente a todos los habitantes de Santo Tomás, a tomar una decisión informada, a realizar todas las consultas, verificar la autenticidad de lo ofrecido, constatar la legalidad de las empresas, revisar el contrato, las condiciones laborales, para evitar ser llevados a un lugar distante, con un idioma que no conoce, a realizar trabajos con los cuales no están familiarizados y lo peor, botados, tirados a su suerte y con deudas.

Salgan, conquisten el mundo, logren sus metas, realicen su proyecto de vida, pero conviene tener la información detallada, real y precisa, para no terminar desilusionados.