Sobre una tumba duerme todos los dias un hombre en el cementerio de Santo Tomás

Este mundo costeño no deja de sorprender con sus particularidades, las cuales alcanzamos a ver la generación pasada con el finado periodista Ernesto Mcausland, quien todos los miércoles nos contaba por Telecaribe las historias increíbles del macondo del caribe colombiano.

La historia que le vamos a contar la presenciamos el pasado domingo bien temprano al ver durmiendo plácidamente a un individuo sobre la parte superior de una tumba de tres o cuatro pisos ubicada en la primera fila del lado izquierdo del campo Santo. El personaje estaba en posición fetal medio cubierto con un trapo rojo que le deja ver sus pies a la intemperie desde cuyo punto cualquier transeúnte podría verlo desde afuera del parque El Recuerdo. Quizás para muchos este hecho podría ser normal, pero para otros es un hecho excéntrico donde se prefiere dormir en cualquier lado, menos en el cementerio de su pueblo.

Al ser testigos del osado acto, de inmediato se escuchó la voz de una persona que estaba a un lado: “Ese tipo todos los días duerme ahí” y otra persona reafirmó “Yo lo he visto volarse en varias oportunidades”.

Del intrépido hombre no se sabe su nombre, ni su procedencia, ni porqué lo hace, solamente se conoció que lleva un tiempo vulnerando el cementerio tomasino para soñar junto con las generaciones que se marcharon a la eternidad y en el que él ve el mayor de los placeres, ya que todos los días lo hace sin miedo a que nada le ocurra. Será que se siente más seguro ahí que afuera? Lo más probable es que sí.

Y a propósito, usted sería capaz de dormir en el campo Santo de su pueblo? Porqué yo ni por toda la plata del mundo lo haría dijo otro de los lugareños que hacía ejercicio cerca de ese lugar.

Muchos interrogantes surgen sobre el inusual acto que tiene lugar en el municipio verde del Atlántico. Esas son las vainas de mí pueblo.