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septiembre 21, 2024

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

Por: Larry Caballero Gutiérrez

Mi nombre es Samuel Cabreras, tengo 32 años, soy auxiliar de contabilidad en una empresa que se dedica a fabricar muebles, debo reconocer que mi trabajo es una mierda al igual que mi miserable vida, es muy deprimente llegar a trabajar y solo esperar la hora de salida, para después llegar a una maldita habitación estar solo y esperar el otro día para hacer exactamente lo mismo, para mi ese es el verdadero significado de locura. Mi madre falleció hace 4 años un cáncer de colon acabo con ella en tan solo 6 meses; ¿mi padre? De ese no tengo recuerdos, solo se que nos abandono cuando yo solo tenía 2 años y mi hermana aún estaba en la barriga de mi madre. Llegue a esta ciudad hace 3 años, en este tiempo he tenido toda clase de trabajo, barredor, auxiliar de cocina de comida rápida, vendedor puerta a puerta, domiciliario hasta vendedor de vive 100; esté, mi actual trabajo ha sido el mejor remunerado hasta ahora, pero igual para mí es otra mierda más en un baño distinto, bueno pero al menos me da para sobrevivir. Soy una persona depresiva, al punto que ya he tratado de darle fin a mi vida en dos ocasiones, la primera fue después que falleció mi madre, tomé medio frasco de paroxetina, mi hermana fue quien me encontró porque ese día no tuvo clase y regreso temprano, de inmediato llamo a la ambulancia y en el hospital me practicaron un lavado, la otra ocasión fue al mes de llegar a esta gran ciudad, no tenía para comer y llevaba dos noches de estar durmiendo en la banca de un parque, allí no fue con paroxetina, sino con dos bolas de cebo para matar ratas, pero fue tanto el ardor en el estómago que vomite todo y una señora que pasa fue quien llegó a mi auxilio, me subió en un taxi y me llevo al hospital; nunca he podido entender porque Dios se a empeñado en mantenerme con vida este mundo miserable.

Siempre fui buen hijo, aplicado en el colegio con buenas notas, nunca le he hecho mal a nadie, entonces ¿porque he sufrido tanto  en esta vida desolada y desgraciada? y ¿porque otros sin hacer mucho esfuerzo tienen todo lo que quieren? Y a mi solo me toca esperar y ser arrastrados por esta vida como es arrastrada la espuma por la fuerte corriente del rio, así me dejaré llevar. Lo único bueno de llegar a trabajar es Andrea Mancilla, la chica de recursos humanos, ella es de mediana estatura, con senos pequeños pero tentadores para chupar, piel blanca, ojos negros y brillante con el diamante y con un culo redondo y tonificación, un culo como resultado de años en el gym. Fui hechizado por ella desde el día en que me hizo la entrevista; yo no he sido muy de buenas en el tema del amor, por allí escasamente tres novias y una que otra prostituta, donde si soy bueno es con la masturbación, allí soy el equivalente a lo que es Cristiano Ronaldo en el fútbol.

No cabe duda que Andrea es la chica más bella de la oficina, ella tiene un novio, el novio ideal, el Ken de la Barbie, tiene un carro último modelo, apartamento en el norte de la ciudad, una finca  a las afueras donde pasa los fines de semana con Andrea y sus amigos, se dedica al  trading, sencillamente lo tiene todo especialmente a Andrea, no como yo, un pobre diablo perdedor con un salario mínimo. 

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Martes 8:00 am oficina de recursos humanos de la empresa Yamar, Andrea revisaba su agenda, para ese día tenía tres entrevistas de trabajo para el cargo de auxiliar de contabilidad, las dos primeras entrevistas lo de siempre, nada que le gustará, dos jovencitas prepotentes, superficiales , con poca experiencia y muy sobradas; su tercera entrevista fue aún joven que lucía muy triste, pero sus respuestas eran muy honesta y auténticas, se notaba que se mostraba tal como era, no tenía necesidad de aparentar ni tampoco de impresionar, no tenía vergüenza de ser lo que era y de los trabajos que había tenido, Andrea noto que la vida había sido injusta con el, además tenía una extraña mirada, mirada gris como la de una nube que está apunto de arrojar una fría lluvia; Andrea era psicóloga y por su mente paso un buen caso para ayudar, su lógica le decía que no lo debía contratar, que su problema psicológico no era su asunto, pero por otro lado su instinto le decía que debían ayudarlo y de ser así lograría sacar lo mejor de ese joven. De esa manera fue como Samuel Cabreras obtuvo el empleo como auxiliar de contabilidad y sin saberlo se convirtió en el nuevo paciente de Andrea.

Andrea tenía el síndrome del salvador, la excitaba poder ayudar a los hombres con algún trastorno,  quiso estudiar esa carrera impulsada por  el suicidio de su padre, quien se voló la tapa de los sesos por una depresión cuando su esposa lo abandono, Andrea solo tenía 13 años, de allí nació la necesidad de siempre querer ayudar a los hombres más que a las mujeres, pero ilógicamente Andrea tenía como pareja a un hombre narcisista, egocéntrico, con una autoestima que rayaba a lo perfecto, él siempre la hacía sentir inferior con su dinero, muchas veces Andrea lo quería dejar, pero le aterraba la idea de estar sola, de no tener a un hombre a su lado que llenara ese vacío que dejó su padre, sin saber que ese miedo la llevaría a su peor desgracia.

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Dios por favor ten piedad de mi, ya termina con mi agonía, con este largo sufrimiento; ya las ratas han comido casi media pierna, ya no tengo ni hambre ni sed, se que ya este es mi fin y no hay vuelta atrás, como desearía devolver el tiempo y decirle a mi madre que la amo, pedirle perdón a mi hermana, porque será que uno quiere enmendar los errores ya al final y no cuando pudo, realmente nunca fui feliz , porque no pude reconocer que en la cosas sencillas estaba la felicidad, no en desear tener el mejor carro, la mejor ropa el mejor reloj la chica más guapa; ahora estoy acá  agonizante, viendo el fin cerca y sin recordar como llegue a este lugar , que raro son los juego de Dios.

Nuevamente oigo voces arriba, quisiera saber cuánto tiempo ha pasado, he escuchado que una persona puedo sobrevivir hasta 40 días sin comer , pero no pude durar más de una semana sin tomar liquido ya que sus órganos comienzan a desintegrarse, no puedo explicar cómo estoy vivo aún , será que Dios me dará otra oportunidad. Se apaga la luz están cerrando el hueco, se cierra como se sierra el telón te una obra de teatro triste, donde yo soy el actor principal, la oscuridad me hace prisionero, no quiero vivir, no puedo morir ¡Dios me dejas con vida en el infierno!

– Llena la orden de trabajo para que luego la firme el supervisor de la obra – dijo uno de los contratistas arriba al instalar la tapa de la cloaca en la calle 84 con Kr 15

– ¿Cuántas tapas faltan? – preguntó el colega.

– Hoy solo instalaremos 3, no hay que matarnos tanto, la gente que camine con cuidado.

– Listo recojamos y vamos, yo mando los fritos en el kiosco del gordo

– De una.

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Eran las 8:45 de la noche , Manuel había llegado al parque San Javier en su moto R6 de Yamaha, ese fue el lugar que le dijo Daniela, Manuel deseaba que todo fuera una broma, una maldita broma de Daniela por venganza de lo que pasó entre ellos dos; Manuel se bajó de la moto y camino hacia el mirador, el parque está muy solo esa noche, lo cual hacia que los cantos de los grillos se escuchara con una gran claridad, a los poco minutos vio que se acercaba un carro negro de placa GHL 113, era el carro que Daniela le había dicho, para ese instante ya Manuel sabía que no era broma, corrió hacia los arbustos, sus piernas temblaban de nervios y rabia, no podía creer lo que está viendo, quería actuar de una y descargar su 38 largo que siempre cargaba con el, pero pensó que mejor era aguardar un poco más, quería ver hasta dónde podía llagar Andrea; el parque San Javier era conocido por dos cosas, una porque era permitido fumar marihuana y dos por su mirador , donde los amantes llegaban en su carro y podía hacer de todo sin ser molestados por ninguna autoridad, ya habían otro carro estacionado el cual era evidente que estaban cogiendo los amantes por el moviendo que hacia el carro, el carro negro parqueo justo al lado, ahora Manuel solo debía esperar que el carro también hiciera algún movimiento en señal de que Andrea estaba siendo penetrada por el tal Samuel, pasaron unos agónicos minutos cuando el carro comenzó hacer los movimientos, era como si el carro tuviera vida  y se burlara con una danza de Manuel, Manuel cayó de rodillas, por su mente solo pasaba la imagen de Andrea Cabalgado sobre el pene erecto de Samuel; se colocó el 38 en la sien, pensó en pegarse un tiro, pero luego pensó que no valía la pena, que su vida era más importante que la de cualquiera de este mundo , pero tenía que darle una lección a esos dos.

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Era inevitable, Andrea se sentía muy atraída por Samuel, su extraña maneras gris de actuar, su tristeza eterna, despertaba en ella un gran interés, como esa llama de fuego que quiere chocar con un tempano de hielo para poder echar vapores caliente, en poco tiempo Samuel ya le tenía confianza y la contó toda su historia, de esa manera Andrea entendió el porqué de su tristeza, Andrea estaba cometiendo muchos errores con Samuel, pero el más grave era ese sentimiento que comenzaba a nacer, ese que poco a  poco le nublaria su lógica profesional, pero por otro lado el sentir algo por otro hombre la hacia sentir viva, con opciones, con más claridad para poder dejar esa relación que para ella era tóxica y humillante, sabía también que Samuel sentía algo por ella, por cómo la miraba, por como cambiaba su mirada gris en una mirada de fuego vivo, eso era algo que a ella le encantaba.

Una mañana Andrea entro a la cafetería, allí estaba Samuel como todas la mañanas preparando el café.

– Hola Samuel, buenos días.

– Buenos días Doc 

Ya te he dicho que no me llames así.

– Era broma, sabía que dirías eso, buenos días Andrea.

– Muy bien gracias.

– ¿Te preparo uno?

– Si, por favor.

– Con una de azúcar ¿Cierto?

– Si, gracias.

– ¿Tienes Camisa nueva? – dijo sorprendida.

– Si, ¿Te gusta?

– Mi novio tiene una igual, que casualidad.

– ¿En serio?

– Pero te queda bien.

– Gracias.

Andrea no aguanto más la curiosidad, quería saber que era todo eso que este chico le hacía sentir, este chico raro, con baja autoestima, algo trastornado; ajusto la puerta de la cafetería con su pierna, se acercó lentamente hacia Samuel, el corazón de Samuel parecía un motor de F1, no sabía que pasaba, Andrea se acercó casi hasta rosar sus nariz.

– Dime algo Samuel ¿Te gusto?

Samuel trago saliva en seco, iba a responder.

– Shi Shi shi- dijo Andrea colocándole el un debo en la boca.

– Calla, mejor no digas nada.

Andrea lo beso, Samuel correspondió, sus labios y leguas se entrelazaron, Samuel apretó fuertemente la cintura de Andrea haciendo que ella sintiera que su pene estaba bien duro, Andrea comprobó que no era un capricho, que ese sentido extraño era verdadero, y aunque no lo entendía se sentía bien y eso era lo que en  ese momento para ella importaba, sabía que iba tener problemas y que sería peligroso, pero asumió el riesgo. De esa manera comenzó la aventura de una chica con síndrome del salvador y un chico que rayaba en lo maniacodepresivo.

Las primeras semanas la relación era muy intensa, como queriendo descargar todas esas ganas acumuladas por la frustración y decepciones, cogían en todos lados de la empresa, en la oficina de Andrea, en el baño, cuarto de servicios hasta en la propia cafetería, el riesgo era su droga, Andrea se sentía plena, Samuel llenada todos esos vacíos que Manuel con su narcisismo había dejado, para Samuel Andrea era su sueño hecho realidad, no pedía más de la vida. A pesar que todo era un secreto después de un tiempo Andrea le contó a su mejor amiga de la oficina, Daniela la chica de ventas; Samuel también hizo lo mismo le contó a un amigo, Mauro, que poco a poco se había ganado la confianza de Samuel, Mauro muchas veces la prestaba su Renault Logan negro a Samuel para que llevara a Andrea a algún motel a la hora del almuerzo, de esa manera Andrea y Samuel llevaban una relación excitante pero peligrosa, y ese peligro tendría unas consecuencias trágicas más adelante. 

6

Me fui adaptando rápidamente al trabajo, no me gustaba el horario, nunca me ha gustado madrugar, pero que más da ya tenían un empleo y por ahora eso estaba bien, mi jefe era un señor apunto ya de pensionarse, todos los días aprendía mucho de el, a veces a él le fastidiaba mi silencio, no se porque los señores a esa edad se les da por hablar de todo. Me masturbaba casi todo los días en el baño de la oficina, pensando en el culo de Andrea, la deseaba mucho, sin duda era la única persona que me cambiaba el ánimo; mucha veces me hacía llamar a su oficina donde hablábamos por un rato, no se si eso era parte de su trabajo porque yo aún estaba en periodo de prueba, pero también me gusta pensar que lo hacía porque ella también sentía algo por mi, aunque después me baja de esa nube y la triste realidad es que una mujer así nunca se fijaría en un pelele como yo; de todas formas me abrí con ella, le conté todo de mi, hasta mis mayores secretos, entonces fue cuando descubrí que esas conversaciones en su oficina eran mis terapias, no había un diván, pero esos 30 minutos en su oficina eran tan liberadores para mí, me hacían tanto bien y más porque después de cada sesión iba al baño a volar en mi fantasía con ella.

Un día la fue a recoger su novio a la oficina, fue en su gran Chevrolet Camaro rojo, yo iba saliendo , el se bajó del carro tenía una reloj invicta dorado que me encandiló la los ojos con el reflejo del sol, se veía imponente con su camisa polo negra, jean a ajustado y gafas oscuras Ray ban, me recordó a los actores de Hollywood de las series que veía con mi mamá; con razón Andrea se había enamorado de el, que mujer podía resistirse ¿Qué se necesita para ser como el? ¿Qué se sentirá ser el? ¿Qué se sentirá ser Manuel Carillo?

Unas semanas después al salir de la oficina acompañe a Mauro un amigo de trabajo, fuimos al centro comercial ya que le iba a comprar un detalle a su novia por temas de aniversario, el tipo me caía bien porque también venían de abajo, lo que tenía se lo había ganado con el sudor de su frente, tenía un Renault Logan negro del cual aún todavía pagaba las cuotas, como hacemos la gran mayoría de este país para tener las cosas. Compramos el detalle y me detuve en un local de polo.

– Espera un minuto Mauro, quiero preguntar por algo.

– ¿Acá?

– Si, aquí en este local.

– Bueno entremos.

Al llegar nos atendió una de estas niñas que parecen muñecas de porcelana.

– Si buena tardes, ¿En que les puedo asesorar?

– Hola mira estoy buscando una camisa clásica negra talla M.

– Si claro por acá por favor.

Tome la camisa era suave, nunca había tenido una camisa polo original en mis manos, que triste vida, había recién cobrado la quincena y me dije ¿Por qué no?

– Si gusta se la puede medir – digo la asesora con esa voz dulce que les caracteriza.

– Si , donde esta el vestier.

– Siga por acá por favor.

Me coloque la camiseta, me quedaba perfecta, en el espejo no veía mi rostro si no el de Manuel.

– ¡La llevo! –  Dije con emoción.

– Para eso uno se mata en  el  trabajo para darse de ves en cuando unos gusticos – dijo Mauro.

– Ahora vamos a buscar un reloj.

– Si señor,  a cambiar la imagen de mi amigo Samuel, vamos de una.

Llegamos aún  local de reloj de alta gama.

– Buenas señorita que precio tiene ese reloj invicta.

– Buenas tardes caballeros, ese reloj el día de hoy tienen un descuento del 20%, le quedaría en $ 1.546.000, si paga con su tarjeta de crédito tiene otro descuento del 10%.

– Muchas gracias.

Estaba seguro que así era el reloj que le  vi a Manuel, me puede dar el lujo de comprar una camisa de 130 mil pero no un reloj con ese precio, está muy por fuera de mi alcancé, definitivamente me saldrá muy costoso ser Manuel Carrillo.

7

Manuel se acercaba lentamente al carro, los movimientos del carro eran cada ves más fuerte, ya estando a poco metro del carro Manuel podía escuchar los gemidos de Andrea, eran unos genios explosivos que nunca los había escuchado cuando lo hacía con el; Manuel llevaba su 38 agarrado de las dos manos, la escena era como la de un película donde el policía se acerca lentamente para entrar a un lugar y disparar desenfrenadamente, Manuel rompió el vidrio trasero con la cacha del revolver, al interior del carro se escuchó el grito de miedo de Andrea, Manuel entre lágrimas saco Andrea tirándola por el cabello,  Tanto Andrea cómo Samuel estaban drogados .

– ¡Sal del maldito auto! – le dijo Manuel a Samuel mientras tenían a Andrea por los cabellos con una mano y con la otra apuntaba a Samuel.

– ¡Que salga hijo de puta! Hoy te mueres cabron de mierda.

– No nos hagas nada Manuel por favor – decía Andrea entre llantos.

– Tu te callas Malparida perra.

Samuel bajaban lentamente del carro desnudo temblando de miedo y frío.

– Por favor Manuel perdóname – suplicó Andrea con más llanto.

– ¡Que te cayes!

Manuel le dió un golpe a Andrea en la cabeza con la cacha del revolver dejándola inconsciente.

– Hey, ¿Qué pasa allí? – grito el chico del carro del lado.

Manuel volteó, en ese instante Samuel prendió la huida, Manuel disparó pero solo logró rosar la pierna derecha, aún así Samuel logró huir, corrió como alma que lleva el diablo, Manuel trató de ir tras el, para Samuel se perdió en la oscuridad del parque; Manuel volvió con Andrea que aún está inconsciente, los amantes del carro del lado al ver la amenaza se van  dejando polvoriento el lugar. Manuel apuntaba en la cabeza de Andrea , Andrea comenzaba a despertar, antes de abrir los ojos recibió un disparo justo en la frente.

– ¡Por perra malparida!

Manuel tiró el revólver al suelo se sentó al lado del cuerpo desnudo de Andrea, con la cabeza gacha Manuel solo esperaba ser arrestado y que todo terminada.

8

Ahora estoy tosiendo serán mis últimos, poco a poco voy cerrando mis ojos , lo peor no es morir si no que nadie podrá encontrarme, ya no siento dolor, la mente humana es fascinante, te prepara para que tu muerte sea placentera, ya no siento nada ¡ Andrea! ¡Andrea! Ya recuerdo; mi mente está recordando, porque me hace recordar justo al morir, quería morir en paz, ya puedo recordar todo, estoy con Andrea en unas de nuestras locuras , fuimos sorprendido por su novio , entonces yo no soy Manuel, yo soy Samuel, que risa mi locura, ahora recuerdo todo, recibí un disparo en mi pierda, corrí y corrí desnudo, por eso estoy desnudo, ja ja ja que risa soy un maldito loco, siempre lo fui, ahora recuerdo  la droga , por eso corrí tanto , desnudo por la calles vacía de esta ciudad y lo último que recuerdo de ese día fue el hueco que no pude evitar  , ya han pasado 6 días lo recuerdo a hora perfectamente, Dios tenías que hacerme recordar para tener un final infeliz, no sé  a que jugaste conmigo , entonces te maldigo a ti y me maldigo, ya déjame morir de una buena ves.

9

En un momento te intimidad en un  motel de la ciudad mientras Andrea y Samuel Cogían fuertemente y ya en el momento del climax .

– ¡Que rico, que rico! Dime Manuel – Dice Samuel apunto de eyacular.

Andrea se detienen con rabia.

– ¿Que te pasa? Te he dicho mil veces que dejes de actuar como el, ¿por qué cree que estoy contigo? No me gusta ese comportamiento tuyo.

– Disculpa sabes más que nadie que no estoy bien de la cabeza, y aún me da celos porque se que te sigues acostado con el.

– Si, pero no lo disfruto como contigo, te he dicho que no será fácil dejarlo, pero lo haré, solo ten paciencia.

– Ok, bueno sigamos 

– Esta bien 

Besos y caricias..

A las pocos días Andrea mando a llamar a su oficina a Samuel.

– Cierra la puerta, te tengo un plan para mañana.

– ¿Cuál?

– ¿Has escuchado del mirador del parque San Javier?

– Si , algo, que es una locura para drogarse y para coger.

– Exacto, ya me aburrí de la hierba un amigo me consiguió esto.

– ¿Qué es?

– Una droga sintética que está de moda en España, te pone a volar.

– ¿Estás segura?

– Si.

– Esta bien, y ¿Cómo hacemos?

– Dile a Mauro que te presté el carro, Manuel Mañana tiene una reunión de negocios así que no me estará molestando.

– ¿Mañana a que hora?

– Me recoges en el Mac Donald de las 56 a las 8:45 pm

– Muy bien, estas más locas que yo.

– Lo sé.

Luego Andrea llamó a Daniela.

– Alo, ¿adivina qué voy hacer mañana?.. 

Cloaca

La ciudad se estremeció al escuchar la noticia; crimen pasional, Psicóloga es asesinada por su novio al momento de ser sorprendida con su amante en el mirador de San Javier, el amante alcanzo a huir y hasta el momento no se sabe de su paradero, el novio responde el nombre de Manuel Carrillo quien se entregó sin poner resistencia, el Amante responde al nombre de Samuel Cabreras, Samuel trabajaba con la víctima en la distinguida empresa Yamar, no se sabe nada de sus familiares y las autoridades no han notificado un reporte por desaparición, se cree que huyó de la ciudad.

Manuel Carrillo solo fue condeno a 5 años de prisión, su defensa alegó que Manuel perdió la razón por el dolor de ver lo que hacía su novia, de Samuel Cabreras jamás se supo de el.

Fin.