Por: Jorge Charris Fontalvo
En el marco de la versión III de la feria del libro Santo Tomás, se presentó un
tema para conversar la identidad tomasina. La he llamado tomasinidad . Para poder
abordarla planteo varias citas que nos ayuden comprender tan compleja temática. Iniciaré
mencionando al novelista ensayista y escritor de historias cortas, cubano: Antonio Benítez
Rojo, quien decía no saber describir el Caribe y plantea el termino Caribenidad. Él lo
llamaba una “cierta manera,” y es lenguaje, es ritmo y también movimiento, una estética
del placer que remite a lo poético para exorcizar la violencia que se ha extendido siempre
desde todas nuestras orillas.
Igualmente traigo al tema propuesto lo dicho por Paulo Freire en el exilio: “yo radicalice
mi brasilidad, al tiempo que me volvía una especie de ser multicultural y multinacional, sin
ninguna alusión a las multinacionales de las que estoy en contra. Estos 14 años de exilio
me han enseñado mucho, pero sigo siendo un brasileño radical en todo, en mi manera de
hablar, de pensar y en mi gusto por las comidas.”
En este mismo sentido el maestro Ramon Molinares Sarmiento nos menciona la necesidad
de volver a Santo Tomas para charlar con los amigos y comer guandules entre otras cosas
y comidas.
En este sentido, definir la tomasinidad nos lleva a la tarea de conocer que cosas nos hacen
sentir orgullosos de ser tomasino. La memoria nos recuerda que somos la cuna del
carnaval intermunicipal, la creación del colegio oriental a finales de los años 50, la ciudad
fresca del caribe colombiano, su religiosidad popular desafiante y rebelde con las mandas
de la flagelación, aunque muchos no estén de acuerdo, su gastronomía representada en
los sancochos de guandú y los sancochos tirados en hojas de plátano, y también dichos o
expresiones como el cuarajo, el ja, vasiando, Mario señor alcalde, más viejo que préstame
un bollo; además la tierra donde nació Luis Muriel nuestro deportista faro a nivel
internacional y también la tierra cuna de grandes escritores de la talla de Ramón
Molinares entre muchos.
En el plano regional nos tienen bien referenciado como un buen vividero, una estrella de
confluencias expresaba José Isaías Lobo en su libro Hitos históricos de Santo Tomás y
Palmar de Varela,
En general el tomasino es un personaje con alta autoestima, bullanguero, mamador de
gallo, amable y solidario. Recuerdo que el finado alcalde Nelson Mejía en su primera
administración ubicó una valla a la entrada del municipio que decía Bienvenido a Santo
Tomás, ya usted es tomasino. Ese mensaje dice mucho de la fraternidad y hospitalidad del
tomasino y por algo muchas personas desean vivir en esta tierra.
Ahora ¿Cómo fortalecemos esa tomasinidad para convertirla en un factor de construcción
de ciudanía que nos permita construir un desarrollo humano integral para todos?
Para esto propongo.
- Potenciar la escuela como un espacio donde se desarrolle un currículo contextualizado
que fortalezca los factores de identidad. - No solo creernos que somos un pueblo sabroso del Caribe, si no cuidarlo como un
tesoro. - Trabajo en equipo que permita remar hacia el mismo lado.
- Crear una marca de una buena vecindad donde primen las buenas maneras.
La tomasinidad debe ser un sentimiento, porqué no una emoción, que culturalmente se
exprese en actos positivos, que busque mejorar la identidad y la dignidad humana del
coterráneo para el reconocimiento de todos. No tiene edad, sexo, clase social, partido
político, religión, es un sentimiento superior, que puede ser expresado por todos y entre
todos para convertirlo en un estilo de vida reconocible en cualquier parte del mundo. Será
un activo ciudadano: educación de calidad, convivencia sana, una relación respetuosa con
nuestros recursos naturales y una ciudad humanista para el desarrollo humano.
La invitación es que la tomasinidad se tome por asalto las almas de todos los tomasinos, el
Atlántico y Colombia.
Me siento orgulloso de ser tomasino
Muy interesante lla inicitativa de la “Tomasinidad” para uno de nuestros pueblos con capacidad de liderazgo regional. Tengo mi corazón con Santo Tompas porque en en sus libros de bautismo donde aparece mi nombre por primera vez cuando fui bautizado en ese municipio con padrinos como Ludovico Navarra y Alicia De la Hoz, Tomasina, hija del gran hombre Fidel de la Hoz, de los primigenios patricios tomasinos.
En el plano académico, este concepto de Tomasinidad es muy importante para el reconocimiento de la identidad regional. Hace 25 años en la Universidad de Córdoba abrí una línea de investigación a la que llamé Sinuanidad y que hoy se mantiene en la región auscultando los valores de ese bello publo del Sinú.
Me parece una gran propuesta. Cuenta conmigo para trabajarla y busquemos otros interesados en trabajarla
Seguir trabajando por construir identidad tomasina