Por: Pedro Conrado Cudriz
-La tara del hombre contemporáneo: su ineptitud para elegir sus tiranos.
-La historia es el artificio de los idiotas.
-La patria es obscena y corrupta ciertos días de la vida.
-La vocación de obediencia en el hombre de hoy confirma la manía de la esclavitud humana.
-La lucha de la humanidad ha sido siempre una lucha incierta por la libertad. Agónica palabra. Nadie sabe que significa. Y, sin embargo, todos los pueblos del mundo han organizado orgías de sangre para ahogarse en sus primeras letras.
-HISTÓRICAMENTE: palabrota mágica para pescar adeptos de la ingenuidad y la mentira.
-PATRIA: trampa ideológica.
-La historia es frívola, sólo el crimen y la guerra la hacen trascendente.
-Debo confesar que mi única patria es el cementerio.
-El sentido de la historia es la repetición.
-La misión del soldado: Salvar la patria. Misión hermosa pero imposible.
-El final de la historia nos enardece. Nos embriagamos por el epílogo y nos creemos los últimos espectadores del desastre universal como si aquello se pudiera transmitir al futuro.
-En los tiempos de crisis se piensa en la tragedia con cierta dulzura.
-Platón siempre estaba sudado. Era el trabajo cerebral.
-La normalidad es una peligrosa patología social.
-Democracia: palabreja conducida por el demo(nio) y la desgr(acia.)
-A la plebe los gobernantes le delegan la función ciega del odio. Solo esto.
-La gran diferencia entre el animal y el hombre es nada menos que la ética, su estética vital.
-No puedo dormir todas las noches. Los fantasmas de la horca y el sueño me persiguen.
-La nada no tiembla, no tiene huesos, tiene eso sí la voluntad de no ser.
-Nadie es tan bueno para amar toda la vida. En ese indeclinable amor hay algo pérfido, podrido. Nadie es tan bueno.
-Si me engaña mis ojos y mis oídos, soy un error.
-Si me ponen a escoger entre la realidad y la duda, me decido por la duda.
-Si ser un demócrata irremediable es ser de izquierda, entonces soy un demócrata.
-Si dejaste que las plagas de la política entraran a tu cabeza, la única opción es cortarla de raíz ¡Uf, qué alivio!
-Los pobres se preparan toda la vida para ser esclavos.
-El verdugo de los pobres siempre es el régimen.
-El poder, cualquier poder, es una mierda.
– ¿Qué harías tú si tu mujer se enamora de Duque?
-Los analfabetos tienen que cuidar su lenguaje enciclopédico.
-Si te mueres, no te alarmes. Es la costumbre.
-El tipo me agravia a gritos, sostenía que soy un perfecto mediocre. Lo abracé solidariamente.
-Si olvidáramos quiénes somos, seguramente seríamos más felices.
-Me horroriza la manía de la tranquilidad.
-La decepción me persigue.
-El aburrimiento es la causa natural del crimen.
– ¿Por qué es tan avara la palabra felicidad?
-La euforia una vez nos abandona un vacío enfermizo ocupa su lugar.
-El joven lee el cartel mortuorio y se detiene en la caritativa frase “Descanse eternamente en paz.” Y se marcha con la angustia infernal de los desprotegidos.
-La defensa que hago del traidor, del psicópata, del asesino no es gratuita. Algo de esas naturalezas me pertenecen.
Más historias
Radiografía económica II
¿Qué carajos les digo a mis hijos?
Autobiografía de una mujer solitaria