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mayo 6, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

La mentira de la antidemocracia

Por: Pedro Conrado Cudriz

Señor director: Le confieso que no soy petrista, aunque voy a votar por él. Además, soy un lector permanente y persistente de El Espectador. Esto me permite tomar distancia democrática de la postura “periodística” y sistemática de RCN a favor de esa dañina, peligrosa e inmadura mezcla de los poderes económicos y políticos dominante desde hace más de dos décadas en el país; igual tomo distancia de las posturas del mismo Gustavo Petro y la suya en El Espectador.  

Sí, intento mantenerme ecuánime sin perturbar mi independencia conceptual. 

La violencia no solo se ejerce con las balas, también se hace mintiendo sistemáticamente al estilo hitleriano de Joseph Goebbels. Quien miente al repetir miles de veces una mentira, lo sabemos, está distorsionando la realidad concreta. Se miente a mansalva y contra alguien. Y lo están haciendo con impunidad. Tener un canal abierto tres veces al día para influir sobre los inocentes y despistados televidentes colombianos, hace más daño que un reclamo extremo. “Neonazi” es una expresión extrema, pero hace referencia a la gota diaria de la mentira que perfora la verdad. Y es lo que hacen los canales privados todos los días. Hay que leerlos consumo cuidado. El libreto es emocional y persistente. No nos ayudan a pensar críticamente. La voz de Gustavo Petro no tiene el poder de RCN, la ahoga la hiperinformación y la cursilería nacional, que ya forma parte del paisaje. Pregunto: ¿Existe un órgano que controle y castigue el periodismo malsano y no democrático de los medios de masas maniqueístas colombiano? El ataque sistémico contra Petro- lo que hizo Federico Gutiérrez en uno de los debates televisados contra el candidato del Pacto Histórico al poner una fotografía de él en reemplazo de su presencia física, tiene esta sustancia demencial nuestra-, el ataque digo, lo ha colocado a la defensiva. Los debates no son de ideas sino contra el candidato Petro. Prejuicios. No busco empatizar con el petrismo, sino comprender la almendra histórica del poder. No somos violentos o agresivos porque nos dé la real gana, lo somos porque siempre ganan los mismos de siempre. Y ganan a su manera en contra del colombiano más desvalido. Me hubiera gustado poder leerle a usted su opinión sobre la violencia invisible contra los nadie, sobre las mentiras y las voces antidemocráticas del presidente y sus áulicos. La verdad, la de las cuatro patas de la mesa borgiana, todavía es un principio de la lucha que tenemos que librar cada día, hasta verle el rostro real a la democracia colombiana. La autocracia no se refleja en una frase resultado de una indignación (que puede leerse como impulso emocional de Petro), es otra cosa. Es el poder actuante del Estado y el gobierno andando y haciendo como “Pedro por su casa.”   

*Mi reacción al editorial de El Espectador, titulado Estigmatizar al contrario no es democrático de 29 de marzo/ 2022