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abril 19, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

De Hitler a Putin 

El mundo aterra por la repetición 

Por: Pedro Conrado Cudriz

A los más jóvenes quizás los sorprenda el invento de la guerra contra Ucrania por parte del ruso Putin, o tal vez estén sorprendidos también por la monstruosidad de este hombre, presidente de Rusia, un personaje del hondo mal que parecía inconcebible después de Hitler.  

Las guerras antes de la televisión parecían lejanas, pero la tecnología las metió de cuerpo entero en nuestras casas. Introdujo lo inimaginable, la derrota de las ciudades de Ucrania, los edificios pulverizados por los ataques aéreos rusos, las familias, las mujeres y los niños huyendo a toda prisa del país por la invasión y la muerte, los cadáveres y el soldado ucraniano rescatado de la muerte entre los escombros de una guarnición militar. 

Después de 80 años del criminal de guerra alemán, Hitler, Putin es el penúltimo loco y criminal de guerra contemporáneo. Penúltimo porque entre los humanos siempre existe el peligro y la sorpresa de que aparezca otro monstruo en contra de la inocente humanidad. 

Por los canales de la televisión nos ha tocado ver al autócrata Putin, bajo de estatura, de cara redonda y de intensa palidez, cuasi calvo, animal, matador juvenil, agente espía de la KGB y sociópata; sí, lo vemos defendiendo cada tarde o cada noche el acto criminal de la invasión a Ucrania. “Ucrania no es una nación,” ha repetido hasta el cansancio, “rusos traidores, hay que aplastar los que “viven en Rusia, pero piensan como europeos… y escupirlos como a una mosca que se nos metió en la boca,” lee uno en la prensa mundial. 

“¿Por qué las otras potencias del mundo no detienen esta masacre contra Ucrania y los ucranianos,”? pregunta en voz alta un vecino. El tiempo se detiene con esta pregunta y se acentúa la lentitud del reloj, mientras a todos los que escuchamos la interrogación, la mente nos reta a pensar. “Por la bomba nuclear,” gritó alguien desde el dintel de la puerta de su casa. Volteamos para ver quién era, pero ya no estaba, había desaparecido en el aire de la pregunta.  

Recordé a Juan Esteban Constaín: “Esta guerra es diferente… Se trata, por supuesto, del cumplimiento casi inminente de la fantasía nuclear, por macabro que suene, y lo es. La consumación de esa pesadilla que definió al mundo desde 1945 y que es, como lo dijo alguna vez García Márquez, nuestra espada de Damocles: el cataclismo sobre el cual dormimos todas las noches.” 

Sí, la guerra nuclear dejó de ser una fantasía macabra del mundo, porque ya nadie duda que el loco y sociópata Putin echará al vuelo del aire la maldita bomba para acabar con todo, como ocurrió con Hiroshima y Nagasaki en la segunda gran guerra. Él sabe que le temen, él cree que heredó los poderes de la Unión de Repúblicas Soviéticas. Se disolvió la URSS, pero no el poder imperial. Por eso se cree con autoridad moral y política para invadir a Ucrania. Es la invención de un demente perdido en el pasado. El resto ustedes lo saben muy bien y él también, que todas las potencias o poderes son hipócritas y amantes de la violencia para defender sus intereses nacionales. Pero hay que detenerlo por el futuro mismo y por las familias ucranianas, masacradas, hay que recuperar la unidad real de la humanidad, que quedó maltrecha en la segunda guerra mundial, cuando los que derrotaron a Hitler se repartieron el mundo como ocurre con los pudines en días de cumpleaños.   

pedrocudriz@hotmail.com