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abril 19, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

Consejos a una niña de seis años que sueña con ser escritora

Por: Pedro Conrado Cudriz

Hola, Mislehy (1): 

Nada en esta vida es difícil después de que todos los días leas con la pasión de león los libros que desees que, en últimas, disciplinarán el cuerpo y tu mente. Así como juegas diariamente con las muñecas, con tus ositos, así mismo lo tienes que hacer con la guitarra si quieres aprender a tocarla. Lo que quiero decir, es que leer todos los días ayuda en tu búsqueda de escribir algún día tu primer libro. Borges, un escritor argentino que debes leer en una mañana no muy lejana, decía que le gustaba más leer que escribir. Y tenía toda la razón, absoluta razón, porque la lectura es el único ejercicio que lleva a la escritura si se quiere ser escritor o mejor ser humano. Él leyó y escribió lo suficiente para construir un mundo poético propio e inigualable.  

Es lo primero que tienes que hacer: leer todos los días para alimentar tu imaginación, así como alimentas el cuerpo en la mesa para no morir. Leer para que conozcas nuevas palabras, las más comunes y las más raras, que son como los mosquitos y los tigres que nunca has visto en tu vida. Leer para mantener una relación espiritual con los libros y para siempre. Entonces el poder de concentración, atención y la disciplina serán demasiados importantes y significativos para tu vida. En la escuela, en la casa y en cualquier parte. Alguien dijo exagerando que hay que ponerle atención solo a lo que es fundamental para uno. Por eso creo yo que solo en la infancia somos capaces de jugar con lo que nos apasiona y fascina. Porque son esenciales para los niños. 

Me preguntas cómo hacer para escribir un libro: te cuento: 

  1. Cuando leas tienes que observar el libro que tienes entre las manos, su forma (de qué está hecho, qué aspecto tiene, cómo ha sido presentado: grande, mediano o chico) y su contenido (tema, tipo de letra, dibujos, autor, etc.) 
  2. Después de un tiempo largo de lecturas debes tener claro sobre qué quieres escribir. Es el primer ensayo. 
  3. Después de escrito, debes reescribir en varios borradores hasta que quede listo para ser leído por otros, tus amigas, tus papás, tus profesores, tu hermana, tu tía. Los escritores llaman a este ejercicio, trabajo de carpintería. 
  4. Antes el texto debe “dormir la siesta” y olvidarte de él por cierto tiempo. Lo volverás a leer y decidirás si sigue con vida. 
  5. No todo lo que uno escribe se puede publicar, porque hay textos que después de ser escritos, no nos satisfacen ni estética ni espiritualmente y se van a la bolsa de la basura. 
  6. Debes leer y escribir todos los días para poder conectar mente-cuerpo y madurar la escritura para alcanzar un estilo propio, distinguible de otros escritores. Recuerda que el mundo poético de Borges era inigualable, porque su estilo era único.  
  7. No debes apresurarte, debes ser paciente. Gabriel García Márquez decidió ser escritor cuando tenía 9 años y mira todo lo que hizo para alcanzar su estrella: esperó y esperó, leyó y leyó, escribió y escribió…    
  8. Ahora, al lado de la paciencia debes observar cómo caminan las estrellas en el cielo, como juegan las hormigas, qué te dicen los pájaros, qué tienen de bueno los buenos días, las buenas noches, los hasta luego y los adioses. 
  9. Nunca dejes que los sueños, los deseos, las motivaciones y la pasión se mueran. Debes continuar adelante contra la flojera y los terremotos del alma. 
  10. Llora cuando tengas que llorar, ríe cuando tengas que reír y piensa en esas cosas: cómo escribir sobre ellas. 
  11. Debes tener claro qué debes leer, pero también debes leer fotografías, películas, la calle, el barrio, la gente. Leer para comprender cómo funciona la vida, tu vida, y la vida en el mundo.   

Mislehy, no sé si esto te ayude a volar como los pájaros. De cualquier forma, lo intenté y lo hice para que sepas lo que hacemos en términos generales los escritores. Adiós.  

  1. Mislehy después de leer La ranita de la selva, un libro de literatura infantil del que soy autor, le dijo a su mamá Johanna si el autor de La ranita, le podía dar algún consejo para escribir, porque ella quería escribir libros, y así fue como nació este texto, que ya fue publicado en varios medios.