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julio 18, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

¿Agradecimiento o deber?

Por: María Carolina Viloria Parejo

Guarden esta fecha como el día que el pueblo colombiano se levantó y tomó acción sobre sus dirigentes. Para los que no conocen sobre la historia Colombiana, a la largo de décadas hemos sido un país marcado por sangre, guerra, guerrilla, pero sobre todas las cosas por la corrupción; parece que somos expertos en subir al poder a mandatarios inútiles y desconectados con la realidad del pueblo.

Señor Presidente, por si no conoce el país que está dirigiendo le hago un pequeño recorrido. El 43% de los barranquilleros sólo pueden comer 2 veces al día; en el Chocó existe escasez de agua potable en pleno siglo 21; los campesinos son despojados y desalojados de sus tierras; en el 2020 hubo 76 masacres con 292 asesinatos; nuestros niños no tienen acceso a una educación de calidad, ni mucho menos a una infancia normal. Pero claro, es entendible que un su Polombia un panadero gane 2.000.000 millones de pesos y que para nuestro exministro de hacienda Alberto Carrasquilla una docena de huevos cuente 1.800 pesos. Creo que estamos en países distintos, y no vendría mal empaparse un poquito con el pueblo que está dirigiendo. Al fin y al cabo, la reforma era para Colombia, ¿No?, ¿O se confundió y era para Polombia? Es su deber y trabajo velar por la seguridad y bienestar de los Colombianos, pero la tarea le ha quedado demasiado grande.

Cuando realmente conozca a Colombia se dará cuenta que es el país más berraco que existe, por años no han golpeado, pisoteado, matado y masacrado, golpe tras golpe nos levantamos más fuertes. Querían imponernos una reforma tributaria donde el pueblo apunta de sangre y sudor pagaría por las deudas y los billones que han sido robados vilmente a un pueblo humilde y trabajador que se levanta día tras día a sobrevivir en un país donde en vez de brindarnos bienestar y seguridad nos brindan guerra.

Para todas aquellas personas que utilizan las tan magnificas frases “Es que no es la forma”, “No es el momento”, “Se puede protestar pacíficamente”, les digo que no se atreva a manchar el poder que tiene el pueblo. Si bien es cierto que la violencia nunca será el camino, somos nosotros quien le quitamos el poder a las marchas, miles de personas salen a marchar pacíficamente y a ejercer su derecho a la protesta, pero somos los primeros que agrupamos a unos pocos contra todos y deslegitimamos la lucha de una gran mayoría, porque si por uno pocos se tendría que tachar, por nuestros mandatarios Colombia sería la central de ratas del mundo entero.

Hoy el discurso y los agradecimientos no se centran en usted, se centran en los millones de colombianos que desde el 28 de abril salieron a las calles a protestar y luchar por una mejor Colombia, ellos son los verdaderos héroes de la patria, quienes arriesgaron su vida por alzar una sola voz. Gracias, gracias infinitas porque debido a su valor y valentía en unos años podremos contar a las futuras generaciones que no callamos más, que luchamos y logramos vencer. A todas esas madres que en estos días perdieron a sus hijos, Colombia entera está con ustedes.

El llamado es a no cerrar los ojos, nos costó mucho llegar hasta aquí y darnos cuenta de cuánto nos han quitado, pero la venda se cayó, el paro no finaliza, inicia un camino hacia la transformación, quedan muchas luchas, pero la esperanza y la fe siguen intactas. Gracias a esos “vándalos”, “vagos” y “buenos para nada” es que hoy podemos decir que después de años de ser reprimidos somos escuchados. 

Por último, señor presidente, señores magistrados del congreso, se metieron con la generación que no le tema a nada, que no tiene nada y en cambio le sobran ganas de luchar, ya nos alzamos nos hicimos escuchar y aquí seguiremos, pueden traer otra reforma y la volveremos a mirar con lupa para luchar por una mejor Colombia.