Alguna vez nos hemos cuestionado a solas, en un dialogo interno ¿cuál es el sentido de nuestra vida? Esta es una cuestión que nos ha acompañado y nos acompaña en el transcurrir de la historia de la humanidad, es de esas preguntas que solemos llamar “existenciales”, pues, precisamente, parece ser un interrogante inherente a la existencia. Pero, ¿Cuál es la respuesta a esta cuestión?; seguramente cada persona en el mundo habrá encontrado o está en la tarea de encontrar una respuesta profundamente personal, de tal modo que pueda lograr su autorrealización. Es a raíz de este cuestionamiento que muchas personas han construido su proyecto de vida, colocándose metas y objetivos que orienten sus propósitos de realización personal. Ahora bien, ¿el ser humano es un ser puramente individual? ¿depende de sí mismo de modo absoluto para llevar a cabo su proyecto de vida? o ¿necesita de otros para su desarrollo?
En la experiencia humana la cuestión acerca del sentido de la vida ha llevado a innumerables personas a realizar acciones bondadosas en las que no solo se beneficien a sí mismos sino a los demás, acciones que expresan cooperación y solidaridad hacia los semejantes, pero también en pro del entorno natural que les rodea, pues, la forma en la que evolucionamos hasta convertirnos en la sociedad que tenemos ha sido, en gran medida, por la capacidad que nuestros antepasados desarrollaron para su supervivencia, comprendiendo que necesitaban del grupo para defenderse de las adversidades del entorno. Por esto, se hace necesario cuestionarnos sobre la pregunta que titula este escrito, en razón del bienestar social al cual debemos procurar.
Ante la ausencia de organizaciones de bases fuertes de la sociedad civil, surge la esperanza del voluntariado como la fuerza que puede impulsar la solidaridad y reconstruir el tejido social; la solidaridad es precisamente una expresión de la sensibilidad humana ante las necesidades ajenas (Yubero, Santiago; Larrañaga, Elisa, 2002).
Para promover el fortalecimiento de este tejido social puede encontrarse a través del voluntariado una forma de expresar aquellas características que nos hacen ser humanos, en donde la acción voluntaria consiste en procurar el bienestar común y es también una nueva alternativa para la formación integral de niños y jóvenes, convirtiéndose así en un elemento importante para el ámbito educativo, en el que desde edades tempranas se fomenten los valores humanos inmersos en los procesos educativos de todos los niveles; es este un escenario propicio en el cual experimentar la solidaridad, expresada en acciones que posibiliten mejorar la calidad de vida de las comunidades. Hoy, ese recurso humano dispuesto a servir está subutilizado y debería estar a disposición de diversos procesos sociales emprendido y fortalecido también por el apoyo de las entidades gubernamentales.
En nuestro municipio existen movimientos de voluntariado que contribuyen a diversas causas como los Animalistas, grupo de Defensa Civil, grupos parroquiales, entre otros, sin embargo, es necesario, seguir trabajando, innovando en la acción voluntaria mediante actividades que generen en los tomasinos un espíritu solidario, donde se aproveche el potencial humano que quiere procurar el bienestar común.
Hay que recordar que el individuo no está solo, vive y convive con otros individuos, está inmerso en una sociedad, la cual, sigue afrontando diversas dificultades (como el Covid-19, desempleo, afectaciones a salud mental y emocional, etc.) que ponen en peligro las condiciones básicas para que sigamos ocupando un lugar en el mundo, por tanto, cada persona tiene una responsabilidad social frente a los acontecimientos adversos de la vida; ¿qué debemos hacer?, puede que la respuesta esté en los orígenes de la sociedad donde la cooperación y la solidaridad garantizaron la supervivencia del grupo.
Es tiempo de ayudar y de ayudarnos. Soñemos con una comunidad Tomasina fortalecida generando conexiones humanas para construir un proyecto social donde se materialicen nuestros valores, aquellos que nos hacen humanos.
Jorge Charris Fontalvo, Docente.
Leidys Morales Fontalvo, Psicóloga.
Rescatar lo humano es urgentr para seguir vivos