Por: Pedro Conrado Cudriz
Lo que logré escribir en días pasados en el perfil Facebook de La Primicia correspondía emocionalmente a mi estado de indignidad por los ataques a mansalva e inhumanos de los delincuentes a las víctimas y también por el sentimiento de inseguridad que recorre las calles de Santo Tomás y se cuela por la piel de las viviendas.
Ese sentimiento es como un cuchillo en la garganta profunda de todos.
Decía que los ladrones tomasinos no intentan matar a nadie. Y no es una defensa de ellos. Esta percepción es importante sopesarla si no hay pruebas que la contradigan. Claro, pueden haberse registrado algunos eventos delicados, pero no es una conducta tan repetida en la localidad. Todavía no hemos alcanzado los niveles criminales de Soledad, por ejemplo.
Lo que quiero decir, es que eventos como los del 8 de marzo, son de una gravedad criminal nunca vista entre los tomasinos. Son conductas de criminales expertos que llevan las ideas de la muerte en el corazón.
Decía también – la escritura es una voz silenciosa- que el sentimiento de inseguridad se palpa todos los días, y es grave porque los atracos ocurren a diario y en distas horas y barrios. Ya no roban gallinas, roban motocicletas y automóviles. En todos estos días de marzo los delincuentes han hecho su festín, su fiesta de sangre. Los rezos de los cristianos no han expulsado los maleficios de los cuerpos pecadores.
Sugerí que la policía tiene que estudiar las ocurrencias, los lugares que más se repiten, las horas de los eventos. Se me ocurre que es oportuno reactivar con efectividad los frentes de seguridad, convertirse en aliados de las comunidades, ganarse su confianza, ser amigos policías y no solo policías para poder tener una estrategia efectiva y no actuar contra el azar, como en los juegos de la gallina ciega. ¿Por qué no utilizan la estrategia del candado?
A las gentes les gustaría escuchar la voz del alcalde, que es el jefe de policía, igual la voz del policía que hace las veces de comandante de la estación, porque la percepción de inseguridad es que parece que estamos en manos de la delincuencia común.
Necesitamos estos dos liderazgos activos y transmitiéndole la fe en la ley a los conciudadanos.
Hombre, sugerir que las víctimas no se opongan al atraco no significa otra cosa que preservar la vida y no arriesgar la piel como lo escribí en el estado de La Primacia.. Sugiero activar para estas situaciones la conciencia de la supervivencia. Todo se ha agravado con el Covid-19. Lo material se pierde, se va, deja de ser importante algún día, pero la vida no. Siempre la vida será importante. No meta en el mismo saco el dilema de la vida o el celular, o la plata. La vida primero que todo.
También decía que el tema de la seguridad del municipio es un tema prioritario del alcalde, que es el jefe de policía. Sobre sus hombros recae todo lo que nos ocurra relacionado con la inseguridad. Uno observa que todos los días hay un policía de turno cuidando el Banco Agrario. ¿Cuidando el dinero? ¿Y quién cuida la vida de los tomasinos?
Lo que dije el lunes de esta semana – que la policía se está engordando acantonada en el la estación – lo dije porque lo escuché de varias bocas conciudadanas. El alcalde y el comandante de la policía deben hacerse responsables de lo que pasa en el tema de la seguridad en el municipio, porque sin responsables desaparece el concepto de gobierno. ¿Por qué hay un policía permanente en la edificación de la Caja Agraria? ¿Por qué no le funciona la policía a la seguridad social de Santo Tomas? ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Totalmente ya ni en tu terraza puedes departir con tu familia se deberían colocar alarmas para el que pueda presenciar lleve directamente a la policía y al capturarlos ser ejempla empezar por quitarles tapabocas y ficharlos para que la comunidad este alerta cuando los vea Unidos los Tomás unos somos más.