La tristeza de un mendigo

Cuento en poesía de Julian A. Acosta Varela

Cansado y triste, frente a mi llegaba
con haraposo pantalón un mendigo,
colgaba en su hombro un abrigo que fue blanco se apreciaba.

Y una canción que yo silbaba
hizo que allí se detuviera
me pareció que se la supiera
o que algo grato le recordaba.

Al continuar con mi tonada,
Él, una lata empezó a sonar
de pronto le oí cantar
una letra equivocada.

En su voz y su mirada
lo noté de tristeza cargado
su problema de desquiciado
había de tener una razón
cantaba con el corazón y un dejo de tristeza.

Hablaba de una mujer y su beĺleza
Letra que no silvaba en mí canción,
pero el ruido de un avión
lo hizo mirar hacia el cielo
de rodillas cayó al suelo
evocando una oración
dándome la sensación
que la tristeza que cargaba
era que su mujer se hallaba
descansando en el panteón.

Dejé de silvarle la canción
que le causó mucha tristeza
y bajando la cabeza
sin tener que ver conmigo
colgó en el hombro el abrigo
y siguió con su haraposo pantalón.