Por: Aurelio Pizarro
La semana anterior, se celebró en la ciudad en la que naciera una de las más altas figuras de las letras españolas —don Gaspar Melchor de Jovellanos— la feria del libro de Gijón, evento de los más significativos con los que cuenta la lengua española. Para completar el pastel, este fin de semana se inicia “La semana negra”, el acontecimiento más relevante dedicado a la novela y al cine negro en el idioma de Cervantes. En ambos, participa de forma destacadísima la editorial “Hoja de Lata”, acaso la más importante con la que cuenta Asturias y, sin duda alguna, el territorio español. Es una editorial joven pero que ha sabido abrirse camino por su buen hacer y por el gusto en la elección de su repertorio de autores —esto sin mencionar la preciosa factura de sus ediciones—. Entre ellos, destacan figuras de la talla del argentino Guillermo Roz, el italiano Guillermo Evangelisti, la norteamericana Tiffany McDaniel o el mejicano Juan Caballero. Como ven, no tiene desperdicio. Con motivo de esta pequeña nota estuve hablando con mi buena amiga, Laura Sandoval, una de las propietarias y editora de la misma y su perspectiva me dejó la mejor de las sensaciones.
Soy un lector asiduo de sus publicaciones y, cada vez más, crece mi convencimiento de que, a través de ellas, y de otras muy buena editoriales, la literatura tendrá un futuro promisorio, una salida digna al berenjenal en el que la ha sumido la gran industria editorial y, sobre todo, un porvenir que no se burle del intelecto de nuestros hijos, de los futuros lectores, quienes tienen derecho a gozar de la buena literatura y no conformarse con los pasquines comerciales firmados por actores y presentadores de televisión que están talando, por unos cuantos euros, los buenos árboles del ilusionamiento. Celebremos, entonces, por este heroico logro surgido de las entrañas mismas del mítico y portentoso mar Cantábrico.
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