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abril 20, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

La feria del libro una propuesta para soñar

Por: Frensis Isaac Salcedo Fontalvo

Está textura hilada por las palabras, pretende mirar con ojos de águila lo sucedido en la III Feria del libro, de Santo Tomás de Villanueva, escrito que no tiene la intención de adular, ni herir a ninguno de sus organizadores, a quienes agradezco haberme invitado como presentador de la inauguración de esta fiesta de las letras que comienza su crecimiento orientada hacia la cúspide del éxito, si sus organizadores reconocen que para lograr los objetivos la entidad debe tener “Caciques e indios”; en la referida feria, la mayoría se creían caciques y creo sin derecho a equívocos que los únicos indios fueron Luis Muriel, Julio Lara y Pedro Conrado, quienes con las plumas de la subordinación trabajaron fuerte para que todo saliera bien.
Fue una jornada maratónica de tres días demasiados recargados de eventos cronometrados por 30 minutos cada uno; no hubo espacio para el café, ni el agua, porque creo que lo olvidaron los de protocolo. Son plausible las disertaciones de William Ospina, cómo era de esperarse con Ariel Castillo, quien preparó con tiempo, como debe ser, la conversación con el escritor invitado. De igual forma el análisis de literatura comparada que hizo el doctor Amilkar Caballero, sobre Gabriel García Martínez, fue maravilloso, aunque faltó el moderador que direccionara interrogantes para explotar, aún más, el conocimiento de este hijo de la casa.
La escritora Carolina Alonso, estuvo fantástica. Nohora Carbonell, fuera de serie, pero por eso de la maratón fue desaprovechada. Entendí que los organizadores, bueno, los caciques, querían aparecer a como diera lugar, en moderaciones sin preparación que se hicieron notorias a primera vista. Creo que desaprovecharon al gran maestro de las letras y de la redacción Luis Muriel, a quien observé sentado junto con su humildad, entre el público; me pareció una falta de respeto para con él. No entendí por qué en Santo Tomás se cambiaron las corralejas por la Feria, si está última cumplió sus tres años de haber nacido. Una situación es que la primera se quedó en la alcoba de la casa, la segunda logró llegar a la sala y la tercera traspaso los horizontes nacional e internacional, y con la participación del grupo de narradores ¡Uj Carajo! conformado por artistas venezolanos, chilenos y cubanos.
Pienso que al recital poético lo trataron como al anciano que confinan en la alcoba oscura y fría dónde nadie llega, mientras la fiesta está prendida de mil colores y música. Tampoco entendí para qué sirvieron los pabellones. Hicieron falta las figuras y reconocimientos a Tito César Mejía Sarmiento y la de Aurelio Pizarro Charris, estandartes de las letras de este terruño amado que nombramos Santo Tomás. Es justo acotar que esta idea de la feria fue parida por el sociólogo Pedro Conrado Cúdriz, secundado por Ramón Molinares, Tito Mejía, Julio Lara y Aurelio Pizarro, gestada luego de haber regresado de una feria del libro en Bogotá. Hay que reconocer el aporte positivo y valioso de los jóvenes que estuvieron en el proceso organizativo, entre ellos, el de Moisés Carrillo García, quien tuvo sobre sus hombros la dirección de la feria.
Para la próxima versión es necesario que las librerías deban entregar un porcentaje sobre las ventas a la organización, seleccionar los libros que van a lanzar para el control de la calidad, las ponencias que presentarán deben hacerlas allegar por escrito tiempo antes. Para tal fin es imperativo conformar un comité con la intención de seleccionar lo más granado de las letras para colocar a disposición de los asistentes.
La feria no debe confundirse con las fiestas patronales del pueblo. La feria debe tener su complicidad en los docentes universitarios y en las universidades para garantizar asistentes. Merecido el homenaje que hicieron al poeta Julián Acosta, por su constancia en la poesía. Excelente la puesta en escena del Colectivo Atlántico en danza y de Arrabal 26 en teatro. Sensacional la intervención de José Luis Navarro, solista nominado al Grammy latino con la orquesta de Juventino Ojito. Quizá, se quedan en el tintero algunos apuntes buenos, otros malos, otros feos y por supuesto, los bellos; pero este escrito debe ayudar a repensar la Feria del libro, para garantizar su éxito y su permanencia en el tiempo y que sea, la plataforma para leer más en las escuelas, en los parques y en…