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julio 21, 2025

La Primicia Noticias

Una Nueva mirada

Calma aparente

Por: Giancarlo Silva Gómez

La sorpresa es una palabra en desuso en Colombia, a fuerza del sainete de los bufones que nos gobiernan. Un tema lava al otro, y dos o más temas juntos lavan la memoria

La semana empezó con el veto a los escritores detractores de este gobierno en la feria del libro de Madrid; si el embajador quería escritores neutros y fríos ha debido invitar a quienes hacen las instrucciones de las neveras. Pena debería darnos con España: primero la exministra exigió una explicación de parte de la RAE por el atentado a su apellido y ahora le abudinearon la invitación a Héctor Abad Faciolince y a Piedad Bonett para mandarles a Ivancho con su economía naranja. ¡Trágame tierra! 

Y sin mucho ruido, con un sigilo premeditado, fue aprobada el martes la nueva reforma tributaria mientras nosotros andábamos preocupados por los empates de la selección y el video de epa colombia con el enano del carriel. Esta fue la semana del silencio estatal porque el jueves Abudinen renuncia con más pena que gloria. ¡Tanta quietud es señal de alguna tormenta que ha de venir!

Terminando la semana fallece Antonio Caballero y me entero, confieso mi ignorancia al respecto, que su carrera como caricaturista es más prolífica que la de escritor. Paz en la tumba de un grande del oficio. ¡De esa magnitud es la importancia de este caballero!

La omisión de la verdad (perdón, comisión) ha sido el telón de fondo para que los expresidentes berrinchudos y que no tienen vergüenza (sinvergüenzas) se tiren el agua sucia estancada en sus venas por más de 20 años, sin darse por enterados que los avergonzados de su descaro somos los ciudadanos que tuvimos a semejantes badulaques como presidentes. ¡La verdad es más dura que pura!

Lo único bueno de la semana fue el meteorito: La avalancha de memes me hizo estallar de la risa y puso a prueba la creatividad de la gente. Tanta hilaridad me provocó que he lamentado que no hubiese redes sociales cuando la barriga e trapo porque los memes andarían dando vueltas todavía. Lo mejor es que haya caído ese meteorito en Barranquilla, porque donde caiga en algún frío paraje del páramo le ponen una ruana, lo riegan con café caliente y le hacen una misa sin que nada de eso nos sacara por unas horas de la modorra de la cotidianidad. ¡Mis respetos al genio detrás de esa idea!

La semana pasada, buscando populismo punitivo, mermaron la imagen de la Corte Constitucional ante la opinión pública por su valerosa e importante defensa de la Constitución en el tema de la cadena perpetua para la violadores y asesinos de niños en Colombia, y ahora la emprendieron contra la policía proponiendo su desmonte. Lo curioso es que esa propuesta se presente tan cerca del debate electoral apelando de nuevo a los réditos del populismo punitivo, pero ahora instrumental. Y les advierto algo: la siguiente treta es con la liberalización del aborto… ¡La ocasión hace al ladrón!

Pero cuando creí haberlo visto todo en esta semana silente y sospechosa, como la candidatura de Fico Gutiérrez, viene Pedro Conrado en este mismo medio a decirnos que los retretes viejos puestos en la vía principal del municipio, frente al colegio Oriental, son un proyecto ambiental provocador. Y no me mal interpreten: los buenos orates de Pedro y Rubén son mis amigos y tenemos muchas lides en común y comparto, de corazón, ese principio básico que nos enseña que el arte es contestatario. Pero esa iniciativa tendría otra connotación y sería más aceptada si tuviera un componente estético que acompañara lo simbólico: buena disposición y tratamiento de las tazas, mejor escogencia de las plantas que la componen y mejor explicación del objetivo del proyecto. Con estas falencias, que le he trasladado en varias ocasiones al autor, no mejoramos el mobiliario urbano del municipio, que de por sí es carente de estética alguna. La intención del autor de las ya célebres “tazas de vida” (el nombre me gusta) es hacer un ruido reflexivo que pone sobre el tapete un tema inédito en contraposición con el ruido ensordecedor, asfixiante y contaminante de los picós y los turbos que crecen como la maleza en cada calle del municipio ¡Pero vale la intención!

Nuestro masoquismo no conoce límites y nos lleva a la profunda reflexión si de verdad queremos llegar a la próxima semana, o si queremos simplemente mirar a lontananza nuestra desventura.